miércoles, 24 de julio de 2019
La importancia de la batea en el cultivo de mejillón
Esta semana desde JJChicolino queremos hacer mención a uno de los elementos fundamentales del sector: la batea. Se trata de un arrecife flotante que encontramos a lo largo y ancho de nuestras rías y que forma parte de nuestro paisaje marítimo. Hoy queremos darles el protagonismo que merecen ya que sin ellas nuestra labor sería en vano.
La batea es un elemento de cuyo mantenimiento y explotación se hayan responsables profesionales del sector, quienes tratan de maximizar su productividad teniendo siempre en cuenta la normativa y las limitaciones establecidas.
Se fabrican en madera, como puede verse en la imagen superior, son una vigas enormes las que formando una retícula sostenida por flotadores de acero (recubiertos de fibra de vidrio rellenos de poliéster expandido). Su extensión es de nada más y nada menos de entre 100 y 500 metros cuadrados. Es desde la batea desde donde cuelgan numerosas cuerdas empalilladas especiales para miticultura de una longitud de 10 metros aproximadamente donde crecerán los mejillones.
El número máximo de cuerdas por balsa es 500, está así estipulado ya que el objetivo es favorecer el crecimiento de los mejillones y que su calidad sea la mejor. ¿Y qué son los "polígonos"? Pues bien, son las agrupaciones de bateas que se hayan bajo el control de las autoridades autonómicas.
Finalmente, destacar que Galicia es la segunda potencia mundial en el cultivo del mejillón. ¿Cómo alcanzamos esta posición? Sin duda a través del trabajo y cuidado de todo un sector implicado, así como profesionales que cuidan del medio ambiente, buscan la excelencia en el producto y que lograron alcanzar un producto de referencia a nivel mundial y que consiguieron hacer que este sector crezca día a día.
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