Desde JJChicolino esta semana queremos recordar uno de los elementos principales en el cultivo del mejillón, y esa es la batea. Cuando hablamos y pensamos en el mejillón, es inevitable pensar en ellas, siempre están ahí, las vemos flotando en medio del mar pero ¿sabemos realmente como funcionan y cual es su papel?
Una batea es principalmente un arrecife flotante fabricado por el hombre y que se puede encontrar allá donde miremos a lo largo y ancho de toda la ría gallega. Las controlan y mantienen profesionales del sector con el fin de sacarle el máximo provecho siempre cumpliendo las normativas pertinentes.
Su superficie es de entre 100 y 500 metros cuadrados y se construye mediante vigas de madera armadas en forma de retícula y la soportan flotadores de acero recubiertos de fibra de vidrio rellenos estos de poliéster expandido.
Es desde este arrecife desde donde cuelgan estas cuerdas empalilladas especiales para miticultura de una longitud aproximada de 10 metros, donde crecerán después los mejillones como podemos ver en la imagen superior. Es importante decir aquí que el número máximo permitido por batea es de 500 cuerdas por balsa, ya que esto favorece el crecimiento de este pequeño tesoro escondido en nuestras aguas además de por supuesto impedir su sobreexplotación.
Las bateas están agrupadas por superficies denominadas "polígonos" contraladas por las autoridades autonómicas. Destacar por último que Galicia se sitúa en la segunda potencia mundial de cultivo de mejillón, superada únicamente por China. Esto es posible a la calidad de un agua cuidada y limpia y a la labor e intervención de todos los profesionales que forman el sector y que lo protegen y hacen que siga creciendo.
Visita la web de JJChicolino y averigua cual es nuestro papel en el sector.