Esta semana desde JJChicolino nos gustaría mencionar cuales son algunas de las formas de cultivar ese maravillo tesoro del que disponemos en Galicia: el mejillón. Existen tan sólo dos formas de criar a este bivalvo, si quieres saber cuáles son y en qué consiste cada una de ellas continúa leyendo.
En primer lugar, destacar que el cultivo de mejillón tradicional en bateas o long-lines comienza por la obtención de la mexilla (también denominada cría). Esta labor se realiza a través de cuerdas colectoras de forma que se aprovecha así el desove del mejillón. Una vez finalizada esta parte se recoge la mexilla del medio natural (arrancándola de las rocas) y se transporta a la batea para proceder a su posterior encordado.
Existen dos tipos de cultivo de mejillón: sobre fondo y suspendido. A continuación describiremos en qué consiste cada uno de ellos.
En primer lugar se encuentra lo que denominamos en el sector cultivo de mejillón sobre fondo. Esta tipología de cultivo precisa de una labor menos intensa que el cultivo suspendido, aunque tienen sus problemáticas. En el cultivo de mejillón sobre fondo los mejillones son más susceptibles de ser depredados y la cosecha se convierte de esta manera en menos previsible. Cabe destacar aquí, que en Irlanda, más concretamente en Wexford, la cosecha de mejillón se realiza en bancos naturales en aguas abiertas gracias a barcos especializados capacitados para trabajar en esas condiciones.
En segundo lugar, nos encontramos el cultivo de mejillón suspendido, una tipología de cultivo algo más compleja. Cuando aquí hablamos de encordado, hablamos de un proceso que consiste en adosar una cierta cantidad de mejillas alrededor de una cuerda con la ayuda de una red de algodón fina. A continuación estas cuerdas con las crías ya incorporadas, se sumergen en el mar pendiendo tan sólo de la plataforma también denominada long-line. Esta red se deshará en pocos días. Tras unos meses sumergidas en el mar se izarán las cuerdas desprendiendo y seleccionando el mejillón, tras lo que se volverá a encordar, obteniendo entre dos o tres cuerdas por cada una de las primeras. El crecimiento de los mejillones dependerá tanto de la cantidad como de la calidad del alimento disponible así como de la temperatura.
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