viernes, 21 de junio de 2013

La miticultura y la economía social


Hoy os dejamos las conclusiones de un artículo de Gonzalo Rodríguez Rodríguez Profesor en Universidad de Santiago de Compostela, acerca de la miticultura en Galicia desde la economía social, y aunque no es reciente, es interesante lo que dice:


"Los distintos condicionantes internos y externos a los que a lo largo de su historia se ha visto sometida la miticultura determinaron las elecciones que en cada caso este subsector ha tenido que tomar, entre ellas el carácter intensivo de la ma-no de obra. Tal elección permitía la supervivencia de la actividad productiva y la satisfacción de las necesidades de las familias productoras, aún siendo éstas las que trasladaban hacia ellas el bajo valor unitario del producto.

Pero sucede que, en la actualidad, la miticultura debe asumir nuevos esfuerzos en favor de la competitividade y las elecciones que en su momento respondían a los
condicionantes del sector actualmente requieren de ciertas correcciones para afrontar nuevos retos. Nos referimos, particularmente, a la cuestión de la eficiencia en el empleo de la mano de obra, sobre todo en las explotaciones de entre una y dos bateas, pero también en las de hasta diez bateas puede y debe ser mejorada si se quiere incrementar la competitividad y la rentabilidad de las explotaciones.

Por otro lado, la mejora de la eficiencia no significa ni mucho menos la ruptura con el modelo de economía social que ha seguido esta actividad ni con su idiosincrasia sino, por el contrario, puede resolverse con un mayor desarrollo de la potencialidad que reside en la actual estructura asociativa. A estos efectos es necesaria la incorporación de nuevas funciones en la organización del trabajo más allá de las labores de gestoría o de comercialización, fórmula que les permitiría al-canzar mayores economías de escala y responder en mayor medida a los retos de la competencia.

Ese modelo intensivo en mano de obra, aunque consideramos que contribuye
sustantivamente al bienestar social, provoca que la productividad del trabajo medida en función del volumen de mano de obra empleada resulte baja. Sin em-bargo, ese resultado no es consecuencia exclusiva del modo de empleo del trabajo, sino también del bajo precio alcanzado por este producto en el mercado.

Pero, además, los bajos precios no sólo son uno de los determinantes de los resultados de las mediciones, sino que suponen un freno al aumento de la efi-ciencia por la vía de la especialización. Mientras que los ingresos de esta actividad no sean suficientes para completar el presupuesto familiar, los productores desa-rrollarán otro tipo de actividades. En sentido contrario, la adopción de estrategias de valorización de la producción que contribuyan a la mejora de los precios en condiciones en las que los costes crezcan en menor medida, darán lugar a incre-mentos del beneficio. De este modo no sólo mejorarán los ratios como conse-cuencia de la subida de los precios, sino que existirá un estímulo a los productores para que centren su esfuerzo en la miticultura. Dado que la especialización lleva aparejado el desarrollo y el perfeccionamiento de capacidades específicas, actuará impulsando mejoras de la eficiencia."