Esta semana queremos hablar sobre las distintas formas existentes de cultivo de mejillón. Se trata de un producto muy valorado tanto dentro como fuera de Galicia por lo que su cultivo se ha convertido en todo un arte. A continuación describiremos los dos grandes tipos de cultivo que existen: sobre fondo y suspendido.
En primer lugar, hablaremos acerca del cultivo sobre el fondo, ya sea en bancos naturales o cultivados.
Cabe destacar que en diversos lugares del mundo, el mejillón se cultiva y/o cosecha sobre el fondo marino, ya sea en ubicaciones protegidas como en aguas expuestas. Esta manera de cultivar mejillón tiene una ventaja: tiene una labor menos intensiva que los cultivos suspendidos, aunque por otra parte los mejillones son más susceptibles de ser depredados por lo que la cosecha es menos previsible.
En Irlanda, más concretamente en la zona de Wexford, se cosecha el mejillón en bancos naturales situados en aguas abiertas, empleando para ello barcos especializados de gran tamaño, capaces de trabajar en esas condiciones.
En segundo lugar,nos encontramos la segunda gran forma de cultivar mejillón: en suspensión, de bateas, long-lines o estacas.
El cultivo tradicional en bateas o long-lines comienza con la obtención de la cría, también llamada mejilla, que puede realizarse por medio de cuerdas colectoras aprovechando el desove del mejillón, hecho que ocurre a partir del mes de marzo hasta julio; o a partir de diciembre, recogiendo la mejilla directamente del medio natural, es decir, arrancándola de las rocas y transportándola a la batea para su posterior encordado. Cuando hablamos de encordado, nos referimos a la operación que consiste en adosar una cierta cantidad de mejillas alrededor de una cuerda con la ayuda de una red fina de algodón, cuyo objetivo es sostenerlas pegadas a la cuerda, hasta que logren adherirse por si mismas. Estas cuerdas con las crías se sumergen en el mar pendiendo de la plataforma o long-line. La red se deshace a los pocos días.
Pasado un período de 4 a 6 meses es necesario hacer un desdoblamiento de las cuerdas, ya que éstas multiplicaron por 10 su peso. Esto consiste en izar las cuerdas desprendiendo y seleccionando el mejillón, tras lo que se vuelve encordar, obteniendo entre 2 o 3 cuerdas por cada una de las primeras. El crecimiento de los bivalvos en el medio natural depende de la cantidad y calidad del alimento disponible, junto con otros factores como son la temperatura.
Tras crecer y pasar por los correspondientes procesos fisiológicos como filtración, ingestión, absorción y asimilación de nutrientes y después del desdoble el mejillón queda listo por fin para su desarrollo hasta el momento de la recolección, cuando alcanza el tamaño comercial, que va de unos 7 a 10 cm.
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