miércoles, 12 de febrero de 2020

Galicia y el cultivo de mejillón, una relación histórica.



Esta semana desde el blog de JJChicolino continuamos con la historia del sector mejillonero en Galicia y de qué manera evolucionó a lo largo de los siglos. 
La semana pasada hablamos de cuál fue la situación del mejillón en Galicia y de su vinculación con nuestra tierra hasta el siglo XVI. Esta semana retomamos el siglo XVIII, momento en el que todavía no existía un cultivo del mejillón como tal pero podemos hablar de unos primeros pasos. En este momento el molusco procedía ya de parques con régimen de concesión que ostentaban algunas familias. Su cultivo siguió extendiéndose y ganando importancia y ya en el siglo XIX, aunque se desconocen las instalaciones utilizadas, sabemos que comienzan a calar las primeras experiencias de cultivo de mejillón.
Así, en 1869, ya hay referencias a que los mariscadores de Carril convertían los antiguos viveros de ostras en mejilloneras. Pero realmente el cultivo que precede al actual sistema de bateas comienza en el Mediterráneo en los primeros años del siglo XX. Está constatado que en el año 1909 el puerto de Barcelona contaba con 119 “viveros flotantes” que abastecían de mejillón fresco a la ciudad. Pero aunque en la primera mitad del siglo pasado el cultivo de este molusco se centraba en la costa mediterránea lo cierto es que en la segunda mitad se traslada totalmente a la atlántica.
El litoral atlántico disponía de importantes poblaciones naturales de mejillón que eran recolectadas para el consumo pero la ausencia de bateas puede deberse a que otros negocios, como la pesca, el marisqueo o la conserva, tenían una mayor rentabilidad que el cultivo del mejillón.  Lo cierto es que se conocían las prácticas miticultoras del mediterráneo pero con anterioridad a la Guerra Civil española los incentivos para el cultivo del mejillón habían sido escasos y estos se paralizan con el conflicto bélico. Será en la posguerra cuando se inicie la “colonización” de las rías gallegas con las bateas y se logre un cultivo estable.
Después de todos los ensayos realizados en el año 1946 se instala la primera batea en Galicia. Fue una batea todavía experimental que Ozores Saavedra, dueño de Viveros del Rial,  fondeó cerca del muelle de Vilargarcía de Arousa y que tuvo pronta compañía pues en ese mismo año se colocan un total de diezEn los años posteriores se otorgan concesiones para instalar más bateas en la ría de Arousa pero también en la ría de Pontevedra y Ferrol. Hacia 1950 la lista se ve ampliada con 5 concesiones en la ría de Vigo todas ellas vinculadas a nombres de conserveros. En el período que va del año 1946 a 1951 se autorizan un total de 62 permisos para la instalación de bateas en Galicia (29 en la Ría de Arousa, 21 en Vigo, 8 en Pontevedra y 4 en Ferrol). Continuando los años 50, se extenderán a las localidades de Cambados, O Grove, Bueu, Redondela, Pobra do Caramiñal, Sada y Muros.
La próxima semana seguimos con mucho más sobre la historia del mejillón en Galicia. ¡No os perdáis nada!

Fuente: https://bluscus.es/el-mejillon-gallego-de-la-roca-a-la-cuerda/