Bienvenidos al blog de JJChicolino una semana más. Hoy hablaremos de uno de los paisajes marítimos más característicos de Galicia, y esas no pueden ser otras que las bateas. ¿Sabes donde empezaron? Sigue leyendo que te contamos esto y ¡mucho más!
Pues bien, las bateas comenzaron en la península ibérica en el mar mediterráneo, más concretamente en Cataluña. De aquí se extendieron por todo este mar, pero las mejilloneras acabaron teniendo dificultades para abastecerse de semilla y las ampliaciones de las instalaciones portuarias terminaron por expulsar a los mejilloneros. Eso añadido al efecto de empeorar la calidad de las aguas condujo a que, por ejemplo, en Tarragona hubiese 38 bateas en 1940 y 40 años después no quedase ni una sola registrada. Decir también que a día de hoy, en Galicia hay registradas más de 3.300 bateas. La mayoría están en la ría de Arousa.
En Galicia, la primera batea fue la del puerto de Vilagarcía de Arousa, junto al dique de Ferrazo. Fue la última intentona de Alfonso Ozores Saavedra, que llevaba tiempo intentando criar mejillones en estacas, pero el proyecto no salía adelante. Cuando se instalaron en la ciudad de Vigo, observaron algo de suma importancia: el tiempo de crecimiento del molusco. Y es que en aguas atlánticas, el mejillón tardaba en crecer ocho meses mientras que en Barcelona lo hacía en dos años. Es de esta forma que decidieron quedarse aquí.
A día de hoy está considerado ya como un producto gourmet de la mejor calidad. Cuenta además con su propio sello de Denominación de Origen Protegida. Además de las conocidas conservas que se consumen a diario, el sector propone productos de calidad superior diseñados para el paladar exigente.
Esperamos que el artículo de esta semana os haya parecido interesante. ¡Nos vemos muy pronto! www.jjchicolino.es
FUENTE: https://www.traveler.es/gastronomia/articulos/mejillon-gallego-bateas-trabajo-como-se-cria/20141
