miércoles, 21 de noviembre de 2018

La batea en el cultivo de mejillón




Esta semana desde JJChicolino queremos hacer mención a uno de los elementos imprescindibles dentro del sector del mejillón: la batea. Se trata de un elemento que siempre se nos viene a la mente en cuanto hablamos de cultivo de mejillón, pero hoy queremos describir cuál es su función y por qué es tan importante como "invento".

En primer lugar definir qué es exactamente una batea, pues bien se trata de una especie de arrecife flotante que se puede encontrar a lo largo y ancho de toda la ría gallega. Está controlada por profesionales del sector que tratan de sacarle el máximo partido siempre cumpliendo la normativa vigente. Suelen tener una superficie de entre 100 y 500 metros cuadrados y está construida con vigas de madera armadas en forma de retícula y la soportan flotadores de acero recubiertos de fibra de vidrio rellenos de poliéster expandido.
Es desde este entramado desde donde cuelgan cuerdas empalilladas especiales para miticultura de una longitud aproximada de 10 metros. Aquí es donde posteriormente crecerá el mejillón.

Destacar también que el número de cuerdas por batea está limitado a 500 por balsa con el objetivo de favorecer y respetar el crecimiento de este tesoro negro y naranja y evitar además la sobre explotación en la ría.

Las bateas se agrupan por "polígonos", los cuales están controlados por las autoridades autonómicas. En cuanto a cifras, las rías gallegas rondan las 250.000 toneladas de mejillón capturados, alcanzando en China la totalidad de 450.000 toneladas. Esta cantidad nos sitúa  nada más y nada menos como, la segunda potencia mundial en cultivo de mejillón. Esta cifra sería inviable sin la intervención y colaboración de los mejores mejilloneros, la mejor equipación y el mejor producto por supuesto.

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